Blog

5 años que pasaron en 2

En esta entrada voy a hablar sobre mi etapa trabajando en un estudio de diseño, fueron 5 años que me pasaron muy rápido, y me apetecía repasarlo en voz alta, por si alguien más lo quiere escuchar.

Fueron 5 años de trabajar muy duro y de vivir poco. Yo me embarque en este trabajo y me independice a la vez, lo que lo hizo todo más ajustado. Coges algunas costumbres, y otras cosas que no puedes evitar, y acabas como todos, llegando del trabajo, haciendo las cosas de la casa, intentando dibujar algo (bueno esto a lo mejor no lo hacen todos), y acostándote a las tantas de la noche, para volver a ir a trabajar, con la sensación en el cuerpo de que no has hecho nada.

Los primeros años en Minimalcreativos fueron emocionantes, con grandes subidas de adrenalina, ante los primeros proyectos grandes que cogían forma y nacían de nuestras manos. Y es que en esa época conseguimos la campaña gráfica de Málagacrea, la cual fue premiada más adelante en los Agripina de ese año, nació Mare Deus, que fue concebida allí en nuestro propio estudio, contactó con nosotros la casa Ronald Mcdonald, Mosaic del sur empezó a crear su material en Minimal, nació Fisioazul y Hermanos Marichica… Muchos proyectos diferentes que querían destacarse como marcas interesantes y potentes, y que confiaban en nosotros, lo cual era maravilloso.

branding

En esa época aprendí mucho, y a marcha forzada. A base de tener que resolver los diferentes problemas creativos que se nos planteaban, fue un tiempo de pensar todo el rato en el trabajo, incluso en casa, por gusto, por disfrutarlo.

Además combiné todo esto con otras fases de aprendizaje, ya que me pase 1 año también en Amigo comics coloreando comics, aprendiendo a rotular, y aprendiendo de comics en general. Además de un trabajo de tiras cómicas, en que tuve que sacar un poco de ingenio y crear varias tiras cómicas semanales. Estaba en un boom creativo, fuera bueno o malo lo que hacía, al menos lo hacía, pensaba y avanzaba, y lo mejor, no me cansaba.

equipo-agripinaSe hace emocionante ver como un negocio crece y mejora, y sentir que en parte es también gracias a ti. Cuando trabajas con tus compañeros codo con codo para dar lo mejor de vosotros y conseguir dar a un cliente lo que quiere, y además este queda contento. Es genial cuando hay un pequeño equipo con confianza, y como cada día es una cosa diferente y una nueva aventura. Sentir que cada email o llamada telefónica puede ser el trabajo de tus sueños, y el que os hará despegar hasta el cielo. Pero es difícil mantener esto sin mucha perseverancia.

No es por tí, es por mi.

Luego, años después, hubo un momento para mí de estancamiento, en el que por circunstancias, me vi haciendo labores más pesadas, menos creativas, y sentía que no estaba evolucionando más. Llegaba cada día a casa queriendo dibujar, queriendo explotar creativamente, y no lo conseguía casi nunca, claro, estaba cansado de trabajar 8 horas, y la maquina no daba para mucho más después de ocuparme de la casa, de comer y de esas cosas de humano. Y tras un tiempo así, sentí que era peor, que la maquina estaba oxidándose. Esto era frustrante para mí, y me obligaba a esforzarme más, a buscar otros proyectos fuera del trabajo en los que intentar desplegar mi parte creativa. Pensaba todo el rato en no oxidarme, en que me iba a echar a perder, a marchitarme, en que necesitaba dibujar, dibujar, crear, y me pasaba los días perdiendo el tiempo, garabateando en los folios, sin conseguir llegar a nada de lo que intentaba, y yendo todas las mañanas cargado de ojeras a trabajar.

El último año fue especialmente cansado, cada vez más notaba que no tenía fuerzas, me fijaba en cada trabajo creativo que veía y pensaba que yo tenía que llegar a hacer cosas así, pero estaba agotado, y eso que cada vez hacía menos cosas. Luego descubriría que mi agotamiento no venía solo por la rutina del trabajo, pero eso, es otra historia. Era muy frustrante para mí coger el lápiz y sentirme vacío, porque solo tenía preocupaciones en la cabeza, inseguridades y líos mentales. Y no es que no hubiera días geniales en que se crearan grandes ideas, logotipos, carteles… Pero en su mayoría, me sentía como he dicho antes.

Uno de los últimos trabajos que desarrollé en minimal
Uno de los últimos trabajos que desarrollé en minimal

No quiero decir con esto que el trabajo en un estudio sea malo, es genial, solo que se necesita de bastante flujo de trabajo para poder mantenerse, y de diferente personal dedicado a lo que de verdad le gusta para que haya armonía. Hay personas que no están hechas para machacar y rebuscar errores en el código de una página web, o para continuamente crear y modificar material corporativo… No porque sea algo que no deba hacerse, o un trabajo inferior, sino porque te oxida, te oxida la creatividad, y esos trabajos están bien, para intercalarlos con otros, cuando ya estás cansado de pensar, o de intentar dar todo de ti. Entonces te pones piloto automático y dejas que tu mente descanse, y tu cuerpo trabaje.

Y para acabar me gustaría sacar algunas conclusiones, con lo mejor y lo peor de mis 5 años que pasaron en 2:

Lo mejor:

  • Trabajar en equipo
  • Descubrir que es posible
  • Estabilidad económica
  • Afrontar todo tipo de retos
  • Ver crecer la empresa
  • Tener con quien discutir los trabajos
  • La satisfacción de los clientes

Lo peor:

  • La monotonía
  • Los horarios
  • Tener que hacer trabajos que no eran para mí
  • El estancamiento
  • Pasar de lo creativo, a la tendencia y lo practico

 

Y desde aquí me gustaría dar las gracias a Andrés Palacios, gerente de Minimalcreativos, el creador de todo.  Gran jefe, mejor compañero y amigo, un tío valiente que afronta en la vida lo que le venga por delante, y que siempre me mostro su plena confianza, y su comprensión, cosas muy difíciles en los tiempos en los que andamos.

Sergio R. Ceron

Soy un apasionado de la ilustración y el diseño gráfico. Tengo experiencia en multiples campos de estas disciplinas, y llevo más de 7 años realizando estos proyectos desde Málaga.